La Selección de Brasil, históricamente una potencia mundial en el fútbol, está pasando por un momento de incertidumbre que ha dejado a muchos preguntándose si esta sigue siendo la verdadera “Canarinha”. Después de quedar eliminados en los cuartos de final de la Copa América y enfrentando más derrotas que victorias en las eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo, la situación se ha vuelto alarmante. Brasil, una selección acostumbrada al éxito y a los títulos, ahora se encuentra a solo un punto de quedar fuera de la zona de clasificación mundialista. ¿Qué está pasando con Brasil y por qué ya no genera ilusión ni confianza?
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Eliminación temprana en la Copa América
La última edición de la Copa América dejó a la afición brasileña con un sabor amargo. Brasil, que partía como uno de los favoritos para levantar el título, fue sorprendentemente eliminado en los cuartos de final, una instancia que solía ser solo un paso más hacia la final para este equipo. Esta eliminación temprana despertó una ola de críticas hacia el equipo, el cuerpo técnico y la Federación Brasileña de Fútbol.
Para un país que ha ganado cinco Copas del Mundo, quedar fuera en los cuartos de final de un torneo continental es una señal preocupante. Esto refleja un declive en el nivel de juego, pero también en la estructura táctica. Los aficionados comenzaron a preguntarse si los jugadores actuales tienen lo que se necesita para devolver a Brasil a su gloria pasada. Sin embargo, más allá del descontento con los resultados, las críticas también apuntan a una falta de identidad en el juego de la selección.
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Un rendimiento preocupante en las eliminatorias
El panorama en las eliminatorias mundialistas tampoco pinta mejor para Brasil. Tras 10 jornadas disputadas, el balance es más negativo que positivo: cuatro derrotas y solo tres victorias. Esto es un dato insólito para una selección acostumbrada a dominar la región sudamericana con autoridad. A estas alturas del torneo clasificatorio, Brasil está a solo un punto de quedar fuera de la zona de clasificación directa, algo que no se veía en años recientes.
En cada jornada de las eliminatorias, los aficionados observan con preocupación cómo Brasil parece ser cada vez menos imponente, y esto ha encendido las alarmas. El fantasma de no clasificar a un Mundial, algo impensable en otras épocas, ahora parece una amenaza real si no logran revertir la situación.
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¿Qué está fallando en la “Canarinha”?
Hay varias razones que podrían explicar el mal momento que atraviesa la Selección de Brasil. En primer lugar, la transición generacional no ha sido tan efectiva como se esperaba. Mientras otras selecciones de la región han rejuvenecido sus plantillas y renovado sus ideas tácticas, Brasil parece haberse quedado en un limbo, sin un claro relevo generacional que asuma el liderazgo dentro y fuera del campo.
Además, las decisiones del cuerpo técnico han sido fuertemente criticadas. Los constantes cambios en el esquema táctico y la falta de continuidad en las alineaciones han generado confusión entre los jugadores. La selección ha perdido esa solidez defensiva que caracterizaba a equipos brasileños de épocas pasadas, y en ataque, la dependencia en figuras específicas ha hecho que el equipo sea predecible para sus rivales.
Finalmente, el aspecto mental también está pasando factura. Los jugadores parecen arrastrar el peso de la camiseta, con una presión constante que no les permite desplegar su mejor fútbol. Las críticas de los medios, las expectativas de los aficionados y la historia que precede a la selección brasileña son una carga que parece estar afectando el rendimiento del equipo.
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