El talentoso y joven jugador brasileño no está pasando por el mejor momento en Palmeiras y hizo una autocrítica sobre su actualidad.
Tras el pitido final y consumada la clasificación del Palmeiras para las semifinales, donde le espera Boca Juniors, Endrick explicó cómo se siente: «Estoy agradeciendo a Dios, haciendo mi parte. No tengo ansiedad, no estoy enfadado por no estar jugando. Tuve una conversación con Abel. Él me tranquilizó. No tengo ansiedad por jugar o no jugar. Él dice que lo importante es trabajar».
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La joya brasileña reconoce que no están siendo sus momentos más felices, pero insiste en que está haciendo todo lo que puede para contar con más oportunidades. «Está en las manos de Dios. No tengo tiempo de reclamar por la vida, solo agradezco por mi tiempo de vida en la tierra. Hago lo que me gusta que es jugar al fútbol. Estoy entrenando, buscando mi espacio. Estoy un poco triste por no estar jugando pero tengo que controlar un poco eso», aseguró.
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